sábado, 13 de septiembre de 2008

Hoy también



¿Por qué no? Dos buenos días seguidos, ta bien no. Me he divertido mucho ayer con las historias de unos ex alumnos y ahora amigos. Largos buceos por el estado del arte en el Perú, las muchas cosas que hay que ver, la sanación, algunas divertidas confesiones: el placer por los olores de sobaco, los viajes por los ríos de la selva de una Jane con diez tarzanes, las edades de la mujer, los viajes, las decisiones, el aire, el trabajo, el amor por internet, las clases de cómputo del municipio de Miraflores, las plantas de la selva, el buen hombre, el nuevo hijo. Linda noche en La Fonda de Pedro Rachitoff.
Un poco antes, trabajo grato. Entre velas.
Un poco antes, trabajo grato. Asuntos sociales, educación, Internet, relaciones comunitarias, minas. Escucho a Sandro, inteligente. Hablo en mi turno. Gracias Ricardo. Me voy antes de escuchar a otro Sandro, la prisa, me perdí de seguro una buena conversación.
Un poco antes preparando una exposición con la divertida M. Paso por una fiesta infantil que aun no comienza pero ya están los conejos, los pollitos y patitos esperando a los niños. Veo el amor de una madre por su niño. Almuerzo unos sanguchitos que M se pela de la fiesta infantil que aun no empieza y una empanada al vuelo, manejando.

Hoy, me he levantado temprano. Ya pasé por el yoga, ya pasé por las buenas manos de la pequeña Lulú (otra de mis grandes soportes de este año), me comí el alfajor Havanna que encontré ayer en un maletín y, luego de salir a andar con Valeriana, me voy al taller de clown de Wendy.
Será un buen día también.

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