jueves, 24 de diciembre de 2009

La abundancia

Me dicen que las tortugas traen abundancia. Tengo una desde setiembre. Me la dejó L cuando se estaba despidiendo. Al principio, pensé que el mejor hogar para la tortuga era el jardín de afuera. La tortuga estaba tímida y en ese espacio podría construir un habitat al margen de quienes poblamos esta casa. Pero luego pensé en que mejor era integrarla. La pasé al jardín posterior que es más expuesto, sin muchos lugares como para esconderse.
Su cambio de comportamiento fue evidente e instantáneo. Mi tortuga se ha vuelto muy sociable. Ya no se asusta ni conmigo, ni con Vala - mi perra -, ni con las personas que vienen a mi casa y entran al comedor (que en realidad es mi escritorio desde que llegó la primavera).
En el jardín de atrás podemos mirarnos mutuamente.
En pocos días la tortuga pasó de tímida a exhibicionista. Y eso me encanta. Que la gente y los animales se suelten y actúen libremente. Por lo menos en mi casa :o). Y con la tortuga fue inmediato una vez que pasó al jardín de atrás. Ella ya no se esconde, ya no mete la cabeza ni se oculta dentro del caparazón, ha perdido el miedo. Ni cuando me acerco, ni cuando me agacho, ni cuando Valita la explora. Ni cuando otra persona se acerca a verla.
Me encanta verla caminar por el césped mientras trabajo. Me encanta el movimiento de sus piernas no sólo cuando camina. A veces las estira como modelo piernas largas. Las tortugas bostezan. Me encanta ver bostezar a la mía.
Ella ha perdido el miedo a comer, al comienzo no me aceptaba ni una lechuga. Antes de ayer vino D con su hijo J y me preguntó que que le daba de comer. Nada - le respondí - come pasto. Y con sus exclamaciones felices de siempre D - dijo - Shoan! tienes que darle plátano, manzanas. En ese momento, por suerte, habían manzanas. Así que presta D y J se pusieron a cortar manzanas. La tortuga acudió y nos regaló una atragantada de manzanas.
Disfruto de estos espectáculos como de las rosas que han nacido a montones en mi jardín o de ver la maceta que nuevamente promete un florero de muchas muchas hortencias.

Abundancia
Y ahora R me dice que las tortugas traen abundancia. Y yo pienso en la abundancia que deseo:
Deseo amor de pareja en abundancia.
Deseo abundancia de armonía en mi vida.
Deseo risas en abundancia, compañerismo, amistad, buenos momentos en abundancia.
Deseo buenas conversaciones en abundancia.
Deso tomar buenas decisiones en abundancia.
Deseo trabajar haciendo el bien en abundancia a mucha mucha gente.
Deseo que mis amigos tengan felicidad en abundancia.
Deseo que las mujeres que amé y me amaron sean felices, tengan paz y amor de pareja en abundancia.
Deseo que gente en abundancia descubra que puede ser feliz en abundancia y que su felicidad les lleve a hacer cosas buenas en abundancia.
Deseo ayudar en abundancia a que eso ocurra en abundancia.

Besos abundantes,abrazos abundantes.

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Por qué no puede moverse el ser inmóvil?

Frente a mi se encuentra el ser inmóvil. Lo reto a moverse pero no puede. Me gustaría que le llegue la sangre a la cara, al corazón, a las manos, a su vientre, a sus pies, que sienta un sentido de urgencia frente a algo.
Pero no.
No puede.
La sangre no fluye o si lo hace, lo hace de manera imperceptible para mi y para el mismo, la sangre fluye tan lentamente que no logra tener la potencia para moverlo.
El ser inmóvil está ahí, frente a mi, petrificado como estatua en la Isla de Pascua. Una gran cabeza que ha enterrado el cuerpo frente a un paisaje hermoso, el mar: la fuerza en movimiento.

El ser inmóvil sufre. Por lo menos este que tengo al frente no ha nacido para contemplar. Le encanta el mar, quisiera nadar. Sufre porque quiere pero aún no puede moverse. Entonces viene y se sienta frente a mi.

Y yo pienso si tienen sentido las palabras.
Si tiene sentido hablarle a su gran cabezota. Dudo. Esa cabezota ya tiene demasiada información, las palabras la entretienen pero no sirven. Ha estado muchos años pensando y pensando.
A solas.

Por eso creo que hay que desenterrar el cuerpo. Pero desenterrar el cuerpo tiene un problema. El cuerpo adormecido del ser inmóvil no va a poder sostener la cabezota si lo desentierro muy rápido. Es probable que pierda el equilibrio, se caiga y se rompa en mil pedazos antes de poder echarse a andar.
Pascua.
La imagen de la isla de Pascua ayuda.

Por eso creo que hay que hacer circular la sangre primero. Hay que hacer que bombee fuerte el corazón. Hay que limpiar las articulaciones, activar los músculos.

Miro al ser inmóvil: es harta chamba - pienso -.

Sentido de urgencia

Lo que mueve a la gente que hace cosas es el sentido de urgencia. ¿Pero qué pasa cuando uno no tiene ese sentido?
No se.
¿Cómo se construye un sentido de urgencia?
No se.

Ya, pero dime ¿qué es el sentido de urgencia?

En lo básico es la responsabilidad por uno mismo y por los que dependen de uno.
Me urge comer porque sino muero de hambre.
Me urge conseguir comida a mis críos porque si no se me mueren.
Pero hay otros sentidos de urgencia, las ganas irrefrenables:
De hacer algo.
De crear algo.
De ofrecer algo.
De demostrar algo.

Me gustan las urgencias de la gente de bien, detesto las urgencias de la gente de mal. Pero parece que muchas veces las urgencias de la gente de mal son más poderosas que las de la gente de bien. Pero eso es un cuento para después.

El Test para descubrir si soy un ser inmóvil
- Pienso en hacer, no hago.
- Tengo proyectos, no obra.
- Pienso en el amor, no amo.
- Pienso en lo que tengo que decir, no lo digo.
- Pienso en lo ideal, no lo construyo.
- Quiero mostrar pero me gana la vergüenza.

Seres inmóviles ¿Cuándo se petrificaron?
El que mira para atrás se convierte en piedra.
Eso dicen los cuentos.
¿Vivir mirando para atrás?
Y atrás no hay pasos tuyos
Sólo hechos de una infancia que fue dura.
Tu infancia ya es bien lejana.
Pero domina tu vida.
De ahí, hasta hoy
¿qué?
¿qué hay de ti?
Leo tu historia en tu cabezota.
No en tus hechos.
No hay huellas que den cuenta de tus pasos.
Cabezota de Pascua
Hacer aunque uno falle. Hacer, fallar, hacer mejor, mejor, mejor, mejor.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Identidad peruana

Una boca enorme de labios oscuros y carnosos pregunta en la Plaza de Armas de Lima mirando de frente al palacio de gobierno ¿Qué es lo peruano? ¿Qué somos? ¿Cuál es la identidad peruana?. Dos días después, otra boca, pequeña, de labios rosas y delgados, pregunta lo mismo sentada en una banca de un parque de Surco ¿Qué es lo peruano? ¿Qué somos? ¿Cuál es la identidad peruana?

Las dos bocas sufren como todas las bocas en el Perú de discriminación. Las dos bocas dicen que no se les reconoce el derecho de ser peruanas. Una por su tez oscura, la otra por su tez blanca. Lo mismo ocurriría si hubiese conversado con bocas marrones, amarillas, rojas, verdes. Las bocas peruanas sienten que las descalifican pero también se descalifican unas a otras.
Esa es una de las grandes anomalías del Perú. Por no decir que es una de las grandes huevadas que tenemos que resolver.

Sentido de pertenencia

Pertenezco a este país. Me gusta mi país. Me siento confortable con mis paisanos. Puedo ir de un lado a otro, entrar en cualquier casa, sentarme en cualquier mesa, hablar cualquiera de nuestros idiomas, bailar cualquiera música y sentirme cómodo. ¿Cuántos podemos decir esto en el Perú? ¿Cuántos tenemos la posibilidad de ser aceptados como iguales en cualquier lugar de nuestro país?

Y estas bocas preguntan ¿Qué hay que hacer? ¿Cómo se genera identidad? Y miran a Palacio de Gobierno y Palacio de Gobierno no contesta y se miran a si mismas y no saben que contestarse.

¿Qué hay que hacer gente? Para salir de una vez por todas de la discriminación entre nosotros. Esa que anula. Que nos mantiene en guetos. Esa discriminación que impide que fluya la energía, que impide que seamos más felices.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Un ser de orejas enormes

Un ser de orejas enormes aparece en casa. Llega. No pregunto. Acepto. Abro la puerta. Es raro ver caminar a dos orejas en un cuerpo pequeño:
- Vengo a escuchar. Por favor habla, habla y habla. Cuanto quieras, de lo que quieras, de lo que necesites. Te escucho. Te acompaño. Habla sin medirte. Bebe si quieres.
Bebo. Beber afloja la lengua. Para hablar de verdad es bueno tener la lengua suelta. La lengua es dominadada por el cerebro. El cerebro es mandón y autoritario. El cerebro castra. El cerebro es un ser contenido. Inteligente pero timorato. Si tu lengua sólo está conectada a tu cerebro, estás cagado. Si dejas que el cerebro maneje tu lengua siempre vas a hablar correctamente. Siempre correctamente, ¿pero qué ganas con eso? Por eso, la lengua tiene que estar conectada con tu alma y con tu corazón. Alma y corazón amplian la capacidad de comunicar de la lengua. Si tú bloqueas los canales con los que tu alma y tu corazón pueden hacer hablar a tu lengua puedes podrirte y no hay cerebro que te salve. Y no hay matices en tus palabras. Y no eres real. Te conviertes en un cojudo más de esos que puedes meter en una caja y vender al por mayor. Un molde repetible.

El ser de orejas gigantes ha achicado su boca para que no se le escape palabra. Ha
achicado su boca pero no sus ojos que miran atentos. Sus ojos también tienen orejas. Sus ojos miran, se conmueven, son una orquesta que acompaña mis palabras.

El ser de orejas gigantes es prudente. Se va a tiempo. Ya hizo su trabajo. Me ha dejado mejor.

jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Es que acaso no te está pasando nada nuevo?

Me reclaman que escriba de manera más frecuente en este blog. ¿Es qué acaso no te está pasando nada nuevo digno de contarse?
Buena pregunta que encierra una paradoja.
A veces, uno escribe cuando ya todo es antiguo y está en calma, cuando tiene tiempo de mirar hacia atrás. Cuando aparecen cosas nuevas, más bien, uno no las escribe, las vive.
Y yo estoy acostumbrado a vivir de manera intensa.

Ahora, por ejemplo, tengo una avalancha de nuevo trabajo: paso el día haciendo informes, elaborando propuestas; por lo demás, sigo atendiendo, aunque menos, a empresarios, artistas, profesionales independientes que desean mejorar sus perspectivas económicas. Creo que en estos dos últimos meses me he sobreexigido un poco. Y en los últimos días bastante más.

Por otro lado, se ha ampliado por estos meses mi radio de acción a generar programas para enfrentar el alcoholismo en comunidades con presencia de actividades extractivas y con programas de responsabilidad social que desean que sus grupos de beneficiarios mejoren su economía.

En cierta medida, todo este 2009 ha sido en términos laborales un año de transición que ha implicado sentar las bases para un giro en el modelo de mi negocio.

He estado también ocupado en reflexionar acerca de las actitudes, prácticas y temores de mi bobo corazón, interesantes descubrimientos aunque parciales aún, así que sigo en ello. Ya habrá reporte oficial. Si acaso.

Trabajé mucho con los campesinos cercanos a Marcará en el Callejón de Huaylas, ha sido mi acción de responsabilidad social más importante del año. Viajar cada mes para generar un concepto de desarrollo, formar a los campesinos y ver sus caras lindas mes a mes ha sido, probablemente, tan bonito como estar acostado mirándole la cara a la bella durmiente; tengo un hijito ahí, que espero crezca fuerte y sano. Debo confesar que en los últimos tres meses lo he abandonado. Son los Bancos Campesinos que he ayudado a formar. Me gustaría tener más tiempo para poder ir, pero en estos últimos meses el tiempo me es escaso.

Se me ha dado por ser alumno también. Ahora tomo clases de improvisación con Rita Fernández y clases de dramaturgia con César de María. Me gustan ambas, me alimentan mucho ambas. Quisiera tener más tiempo para ser alumno. Quisiera que más gente ponga su talento a disposición de los demás y nos invite a su casa a aprender de sus experiencias y conocimientos. Quisiera que existan más oportunidades entre la gente de buen espíritu para formarnos los unos a los otros.
Ya antes, en este año y los últimos meses del año pasado trabajé un poco la voz con Pilar Nuñez, hice dos Sadhanas - yoga kundalini - con Vania Ruiz y dos talleres de clown con esa alma buena que es Wendy Ramos. Gracias profes por recuperarme un poco, por darme un chance a pesar de mis cansancios y durezas, gracias por compartir su sabiduría y su don de gentes.

Desde fines de agosto hago radio, sábados y domingos en radio Capital y eso hace que me haya perdido el concepto de fin de semana. Es un costo alto que se compensa con la oportunidad de hablarle a los limeños sobre algunos temas que conozco bien.
También te he sido infiel blogcito amarillo. Tengo otros dos blogs más que alimento con frecuencia, uno en la Mula y otro en el portal de RPP.
Y, lo sabes, trato siempre de darme tiempo para escuchar a mis amigas y amigos.

Lamentablemente, este año he abandonado un poco la lectura, por suerte, en los últimos días se están encargando de darme una cucharita de tónico que abre nuevamente el apetito por la literatura. No soy constante con el tratamiento, pero espero que de efecto.

Valeriana está bien. Más madura pero igual de Vala. Me gusta tener a mi perra. Que me reclame atención, que me obligue a sacarla a pasear. Ahora ando indeciso con ella, se que viene su celo pronto, y pienso y pienso si la cruzo o no. Aun no tengo respuestas.

También tengo un animal nuevo en casa, una tortuga que L me regalo. Primero estaba en el jardín de afuera, ahora está en el de adentro. Es bonito y alucinado verla caminar desde el comedor cuando estoy escribiendo. Pero a veces ¡se me escapa! se pierde dentro de la casa, aparece en mi cuarto después de dos días de búsqueda. La última vez, se meo y se cagó y aprendí que la pila de la tortuga apesta bien fuerte.
Y me he quedado pensando sobre esa imagen: "se te escapan las tortugas Infante".
Pueda que sea cierto.