domingo, 8 de junio de 2008

Cita con mamá

Hace dos semanas mi madre sacó una cita conmigo. Quiso que sea el domingo pasado, no pude, estaba de viaje por Jauja y Uchubamba, en Junín. Estaba capacitando maestros, escuchando a Fermín, caminando por el pueblito de Uchubamba. Absolviendo la pregunta: ¿qué crees que se puede hacer aquí? ¿Cómo enseñamos a los chicos de la escuela a aprender a emprender? "Ojo, Juan, desde primer grado de primaria hasta el quinto de secundaria - no sólo secundaria".

Hoy estoy en Lima. Ayer me quedé en casa, no salí por la noche ni fui a mi cita con la planta abuela. Entre otras cosas para descansar y también para estar concentrado hoy. Mi madre quiere salir conmigo. No me ha dicho a dónde vamos pero la tiene clara. Me ha pedido que use zapatos de suela. No ha querido responderme ¿por qué?. Como de chico, ella exige plena confianza. Esta vez no pujo. Ella sabe que no me gusta que no me diga qué vamos hacer, cuál es el plan. Pero supongo que hoy es especial para ella. Lo presiento y lo respeto. Estaré con zapatos con suela. Iré ahora mismo a que los lustren. Me pondré un pantalón pertinente. Camisa. Qué vaina.

Mamá lo ha pedido. "Hijo, tengo que ir con una pareja y si no voy contigo con quién". Eso ha dicho. Y lo dijo poniéndole una carga eléctrika con la que no me gusta tranzar. Yo cedo esta vez. Años atrás le hubiera hecho el pare. Ella puede encontrar su pareja y lo ha hecho varias veces. Me encanta que mi madre se enamore. Que haya sentido el bichito después que se separó de mi papá.

Mi mamá ha llamado hace unos minutos. Quería adelantar la cita. Hay una feria de artesanías a la que quiere ir. Quiere que esté en su casa en media hora. Es demasiado temprano y habíamos quedado por la tarde. Llama, me saluda y comienza a explicarme de manera muy confusa. Se pone nerviosa conmigo. Ja. Hay una larga historia para eso. Le pido que me explique bien, que no la entiendo. Quedo con ella que paso a recogerla de esa feria. Ok. Demanda todo el día. Ok. Estaré con ella buena parte del día.

Mi madre me enseñó a apreciar el arte. A asistir a eventos. A ir al teatro. Al ballet. A los museos. Ella insistía. Como hoy. Felizmente.

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