miércoles, 16 de junio de 2010

Un día con sol

El parque que está a la vuelta de mi casa me llama. Y yo llamo a mi perra. Nos vamos al parque. Ha salido el sol. Me provoca sentarme en una banca. Echarme en el pasto.
Casi no hay gente. Una pareja de abuelitos, él con sobretodo y gorra, ella muy mona. Otra abuelita con su nieto que le grita "no te vayas abuela" y la nana. Y una niñita, de 2 o 3 años también con su nana. Más allá, en un parque más pequeño que parece un anexo de este, una pareja de jóvenes estudiantes vestidos de negro. Él y ella, jugando a enamorarse. Hablando alto. Atentos a ver si los miran. Bonito.
Un día de sol en otoño debe ser un día de parque. Quince, treinta minutos.
Has una pausa.
¿Quién te empuja?
Corrideras del mundo moderno. La sensación que uno tiene que correr para avanzar. Y oh! sorpresa, cuando abres los ojos sueles estar atrás.
La vida, el sol, los parques, los hijos, los nietos, los abuelos, la familia, el trabajo, el disfrute, la salud.
El balance, la armonía, el equilibrio, la felicidad.
Un paseo por el parque, un día de sol en otoño.

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