jueves, 10 de junio de 2010

Mientras calienta el agua

He prendido la terma hace minutos. Debo esperar a que caliente. Y de ahí bañarme. Así que este es un post mientras tanto.

Hoy es mi cita número doce con el señor de las agujas, el doctor de la china, el acupunturista. Mi cuerpo está alterado. Mis nervios también. No se si es por las agujas. O por mi miedo a las agujas. O sea, si es parte del proceso de curarme o si simplemente es por la tensión que vivo cuando el doctorcito me enseña el sobrecito con mi nombre que contiene las agujas que me corresponden, dice es tuyo, yo afirmo, abre el sobre y procede a ponerme las agujas. Quizás simplemente sea el miedo que da la posibilidad de cargar una enfermedad de magnitud. O tal vez el proceso natural de aquietamiento de mi mente y de mi cuerpo. Demasiado cansancio físico. Mental. Stress.

Agujitas del bien. El doctor está más tranquilo y contento. Ayer rió satisfecho. El sábado ya estarás bien - me dijo. "Peligroso. No sabes, ese sitio peligroso". Así se refiere a mi sangrado en el ombligo. "Chino no miente" "peligroso", "si no podía sanar tenías que operar" - dice. Parece que tenía un tumorcito. Un bulto tamaño de frejol en el ombligo o algo así. "Infección, inflamación, peligroso" son palabras que he escuchado mucho estos días.

No se chino / no sabe mucho español. Este ha sido un acto de confianza peruano - china. Ha habido junta de médicos sobre mi ombligo. En chino. Una china y un chino. Par de médicos. Par de esposos. Luego el doctor chino me puso las agujas. No hablan mucho. Me ha echado también un unguento "medicina china natural" en el ombligo.

A pesar de mi animadversión a las agujas. Me he sometido a la acupuntura. Y la verdad, al margen de lo que le haya pasado a mi ombligo, se me habían tapado los oídos y me sanó. No estaba durmiendo bien (estrés) y ahora he dormido mucho en estos días y noches. El cuerpo estaba sin poder descansar y hoy no tiene músculo, ni fibra, ni estructura. Demanda cama. Y eso está bien. Lo necesitaba. Ya casi estoy curado o mejorado o afinado. Me quedan tres sesiones más con las agujas y de ahí, de nuevo al ruedo.

La gente a mi alrededor me invita a acudir a la medicina formal. Al chequeo, los análisis de sangre, la ecografía, y lo que sea necesario. He decidido no mezclar tratamientos. Así que no he ido por esos chequeos. Sólo me permití ver a una irióloga. Y tomé uno de sus brebajes. En ayunas. Ayer me cambió el humor con roche. Me encolericé sin motivos. Así que tomado conciencia abandone las hierbas sugeridas. No voy a mezclar tratamientos.

No me gusta la medicina occidental. No me gustan los médicos. Alguna vez me he sentí ultrajado por uno de ellos. Terminé operado sin necesitarlo realmente. Por eso tengo un seguro que nunca uso. O casi nunca. Sólo para el chequeo anual. Y por si acaso ocurra algo.

Agujitas del bien. El agua debe estar ya caliente. Y yo tengo que ir a buscarlas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y a qué acupunturista estás yendo? La acupuntura es extraordinaria, no vayas a médicos tradicionales, persevera y sanarás...

Juan Infante dijo...

Suzette, a los que están en la 44 de la av. Arequipa. Una pareja de doctores chinos que atendían en el hospital de la policía. Buenos. Ya me curé. Recomendación de Rosamar.