miércoles, 1 de octubre de 2008

Día 30


Hoy he cumplido 30 días en esta dinámica de yoga kundalini que se llama sadhana. Estoy sorprendido. Algo está actuando en una dimensión paralela a mi razón y lo hace con mucho éxito.
Lo más impactante es que dejado de fumar. Así, sin más. No fue algo que me planteé como objetivo. Fue algo que apareció solo en las primeras semanas y que solo se ha concretado. Llevo como una semana sin fumar nada, incluido un fin de semana.
Estoy sorprendido, no de mi ni de mi fuerza de voluntad; porque ni yo ni mi fuerza de voluntad están realmente actuando. Lo que está actuando es esta técnica de ejercicios, respiración y repetición de posturas que Vania elige para que trabajemos ella y yo durante estos cuarenta días. Hoy hemos cumplido 30, restan 10.
Hay más cosas: estoy activo y concentrado mucho más tiempo del día. En realidad, ya demasiado. Mi productividad ha crecido bastante, ya demasiado. Demasiada energía que está siendo canalizada en lo laboral. Las consecencias buenas: más clientes atendidos, más ingresos, mejores y más rápidas decisiones sobre qué hacer y en qué enfocarse; nuevas ideas, explosión de posibilidades de actuación futura. Las consecuencias malas: estoy preocupado porque estoy cansado. Es raro porque tengo la energía pero luego, estoy cansado. Es rarísimo y no se como explicarlo. Son dos sensaciones en paralelo. Ejemplos: estoy rompiendo muchas cosas de vidrio: hoy se me cayó un vaso, la semana pasada el vaso de la licuadora y el pirex de la cafetera. Eso es claro síntoma de cansancio. Me conozco. Estoy manejando con menor rigor y he estado en peligro de chocar unas tres veces. Por cansancio.
Peligroso, sí lo se, muy peligroso. Sucede es que está energía nueva debe de ser controlada y como dice mi amiga R, debo estar en cama más temprano.
Yo no siempre puedo estar en cama temprano porque tengo varios días de la semana que trabajo de noche. A veces hasta medianoche o 1 a.m. Por ello, he optado ahora por descansar un poco algunas mañanas o tardes y no llenar mis horarios todo el día.
Y es que sucede que ahora mi día comienza a las 5:40 a.m., porque las prácticas del sadhana son a las 6 a.m., y muchas veces me he corrido de largo hasta la medianoche o más. Ya se, ya se, así no es. Toy abusando de mi mismo. Ommmm.

Entonces, hoy fue el día 30. La sonrisa y buena onda de Vania a las 6 de la mañana han sido fundamentales. La pequeña Lulú, mi masajista, ha sido fundamental: mi cuerpo ha estado resentido con tanto nuevo movimiento estos 30 días. Sino fuera por las manos de Lourdes todo hubiera sido más complicado. Sólo debo descansar más.
Estoy contento. Estos treinta días han sido espectaculares. Mi mente está limpia, mi corazón está limpio, mi cuerpo está más sano y fuerte.

No hay comentarios: