martes, 22 de diciembre de 2009

¿Por qué no puede moverse el ser inmóvil?

Frente a mi se encuentra el ser inmóvil. Lo reto a moverse pero no puede. Me gustaría que le llegue la sangre a la cara, al corazón, a las manos, a su vientre, a sus pies, que sienta un sentido de urgencia frente a algo.
Pero no.
No puede.
La sangre no fluye o si lo hace, lo hace de manera imperceptible para mi y para el mismo, la sangre fluye tan lentamente que no logra tener la potencia para moverlo.
El ser inmóvil está ahí, frente a mi, petrificado como estatua en la Isla de Pascua. Una gran cabeza que ha enterrado el cuerpo frente a un paisaje hermoso, el mar: la fuerza en movimiento.

El ser inmóvil sufre. Por lo menos este que tengo al frente no ha nacido para contemplar. Le encanta el mar, quisiera nadar. Sufre porque quiere pero aún no puede moverse. Entonces viene y se sienta frente a mi.

Y yo pienso si tienen sentido las palabras.
Si tiene sentido hablarle a su gran cabezota. Dudo. Esa cabezota ya tiene demasiada información, las palabras la entretienen pero no sirven. Ha estado muchos años pensando y pensando.
A solas.

Por eso creo que hay que desenterrar el cuerpo. Pero desenterrar el cuerpo tiene un problema. El cuerpo adormecido del ser inmóvil no va a poder sostener la cabezota si lo desentierro muy rápido. Es probable que pierda el equilibrio, se caiga y se rompa en mil pedazos antes de poder echarse a andar.
Pascua.
La imagen de la isla de Pascua ayuda.

Por eso creo que hay que hacer circular la sangre primero. Hay que hacer que bombee fuerte el corazón. Hay que limpiar las articulaciones, activar los músculos.

Miro al ser inmóvil: es harta chamba - pienso -.

Sentido de urgencia

Lo que mueve a la gente que hace cosas es el sentido de urgencia. ¿Pero qué pasa cuando uno no tiene ese sentido?
No se.
¿Cómo se construye un sentido de urgencia?
No se.

Ya, pero dime ¿qué es el sentido de urgencia?

En lo básico es la responsabilidad por uno mismo y por los que dependen de uno.
Me urge comer porque sino muero de hambre.
Me urge conseguir comida a mis críos porque si no se me mueren.
Pero hay otros sentidos de urgencia, las ganas irrefrenables:
De hacer algo.
De crear algo.
De ofrecer algo.
De demostrar algo.

Me gustan las urgencias de la gente de bien, detesto las urgencias de la gente de mal. Pero parece que muchas veces las urgencias de la gente de mal son más poderosas que las de la gente de bien. Pero eso es un cuento para después.

El Test para descubrir si soy un ser inmóvil
- Pienso en hacer, no hago.
- Tengo proyectos, no obra.
- Pienso en el amor, no amo.
- Pienso en lo que tengo que decir, no lo digo.
- Pienso en lo ideal, no lo construyo.
- Quiero mostrar pero me gana la vergüenza.

Seres inmóviles ¿Cuándo se petrificaron?
El que mira para atrás se convierte en piedra.
Eso dicen los cuentos.
¿Vivir mirando para atrás?
Y atrás no hay pasos tuyos
Sólo hechos de una infancia que fue dura.
Tu infancia ya es bien lejana.
Pero domina tu vida.
De ahí, hasta hoy
¿qué?
¿qué hay de ti?
Leo tu historia en tu cabezota.
No en tus hechos.
No hay huellas que den cuenta de tus pasos.
Cabezota de Pascua
Hacer aunque uno falle. Hacer, fallar, hacer mejor, mejor, mejor, mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy lindo articulo.
Me llegó a conmover. Mis felicitaciones!