sábado, 1 de mayo de 2010

Almas en pena


Vacío. Tienes una sensación de vacío. No. No es en el estómago. Tampoco hay vacío en tu cerebro. Ni en tu corazón. Es tu alma. Que de tan llena está vacía.
Sucede con las almas que dan mucho. De tanto dar nace la pena.
Almas en pena.
Les sucede a las madres cuando los hijos se van y se van yendo cada vez más. Es común. Les sucede a los maestros cuando sus alumnos se van y se van yendo sin mirar atrás.

Las almas que dan mucho a veces se convierten en almas con pena. A veces por un rato, a veces para siempre. Por eso hay que limpiarse en el mar. Salir a caminar. Tomar de otros que también saben dar. Hay que buscar a los curadores de almas.

Uno tiene que aprender a recibir. A tomar la mano de quien la sabe dar. Recibir para poder volver a dar. Limpiarse con el mar, los vientos, el fuego y con la tierra. Limpiar el alma que no está vacía sino demasiado llena.
Llena de las penas de la gente. Penas que haces tuyas. Dolores de otros que se pegan como mocos infantiles en tu alma.

Y claro ¿te enseñaron acaso a reciclar las penas de la gente? ¿A enterrarlas? No. Sin embargo, has de recordar que las penas de la gente son en su mayoría biodegradables. Y que, además, esas penas no son tus penas. Si están llenando tu alma, entonces no te queda más que aprender a limpiarla.

Y de rato en rato tienes también que tomar distancia de la gente que te pide y te pide, a veces, sólo porque sabes dar y no porque realmente lo necesite.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Extrañaba leerte por acá. No hay que dejar que el alma llore, menos si es que ha dado tanto como das tú. Tuve la suerte de recibir mucho y espero haber dado algo a cambio también.

LA

Anónimo dijo...

Primera vez que te leo. Lo que escribes es exactamente lo que siento: que doy, pero siento que estoy vacío y pese a ello puedo seguir dando palabras de aliento y escuchando como sacerdote en confesionario. Lo que sí es muy difícil encontrar quien te escuche. Cuando he intentado decir lo mío, sencillamente no solo encontre personas que no se interesan en lo tuyo. Gran contradicción, ¿no es cierto?

Anahí dijo...

Siempre sorprende ver escrito lo que uno esta sintiendo. Muy cierto Juan. Un abrazo.

tormenta dijo...

muy interesante tu blog

Isabel dijo...

He estado picotenado tu blog, como una abeja de flor en flor...
Leyendo cosas allí y aca y creo que merece leerse de principio a fin; no tiene desperdicio...

Podría decirte que tu blog tiene mucho en donde aprender y muy buenas lecciones de vida, quizás porque eres maestro; una profesión admirable y hermosa.

Ha sido un placer recorrer tus reflexiones "en voz alta".
Tienes un blog hermoso,muy hermoso...
Seguiré leyéndote...
Un abrazo. :-)

Juan Infante dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Si pues, hace tiempo que no escribía por acá. En estos días me provoca escribir sólo por acá. Aunque ando con demasiada carga laboral en estos días. Muchos viajes. Poco tiempo en Lima y ese tiempo, también trabajando. Gracias a todos por leer y por comentar. Bienvenida Isabel.