jueves, 8 de octubre de 2009

¿A dónde vamos?

¿Estamos felices con la ruta que estamos siguiendo?
¿Cuándo vendrá el plantón? ¿Será humano? ¿O simplemente será la naturaleza y la escasez la que nos hará parar?
Lo primero nos haría vivir un momento extraordinario, lo segundo sacará lo peor del ser humano.
¿O todo esto es un absurdo paranoico de mucha gente?
Mis ojos ven cada mes como se derriten los nevados del Callejón de Huaylas y no comprendo porque el Perú está tan calladito en materia del calentamiento global.
Si uno cruza un poco de información y la reflexiona, la razón dice que si no paramos hoy vamos a enfrentar una catástrofe mundial bastante pronto. Y yo no entiendo porque, sabiéndolo, no forzamos radicalmente un cambio.

Veo a gente que abandona ya las ciudades. Que se va a sitios donde hay agua y poco contacto con el mundo moderno. Personas que migran - dejándolo todo - de países "desarrolladísimos" a supuestos lugares "atrasadísimos".
La gente sospecha que van a pasar cosas feas. Muy feas.

Uno escucha: compra tu tierra de una vez. Porque hay que adaptarse.

Hay personas que ya te invitan a cambiar drásticamente tu vida. Que te invitan a adoptar la salida individual. ¿Qué esperamos? ¿Se va a producir un milagro?

No hay comentarios: