jueves, 22 de enero de 2009

¡Qué insolencia! Los asuntos del Estado israelí son los asuntos del Estado israelí

Nir (israelí)se levantó rápidamente después de escuchar a Rakhi: ¡Qué insolencia! -dijo ofuzcado. ¿Cómo es posible que una traductora pueda intervenir en esta reunión y cuestionar a todo un pueblo? Israel tiene sus razones. Estamos aquí para otra cosa, no para hablar de ese conflicto particular. Por favor, volvamos al tema.

Carol levantó la mano pidiendo la palabra, sus cachetes estaban encendidos. María asintió. Yo soy judía -comenzó diciendo- mis abuelos fueron rusos y tuvieron que huir a Polonia, mis padres son polacos y tuvieron que huir primero a Holanda y luego a los Estados Unidos para no ser exterminados. ¡Nir! -gritó Carol golpeando la mesa con el puño derecho cerrado- este es un tema crucial. Yo estoy avergonzada con lo que ha pasado. Yo soy judía como tú y, en cierta medida, el gobierno de Israel también me compete. Yo he mandado a mis dos hijos a Israel. Yo he contribuido años con la sociedad israelita. Y yo no tengo cara para defender lo que ha pasado en Gaza. Celebro que Rakhi nos llame la atención. Y les confieso que me culpo por no haberme movilizado como judía para frenar a mi gobierno. Porque ese gobierno, es en cierta medida el gobierno del pueblo judío. Nuestro pueblo ha debido mandar sobre nuestro gobierno, no hemos debido permitir esta matanza. No nosotros... no nosotros.
Los ojos de Carol comenzaron a derramar lágrimas. Como judía - dijo - les pido disculpas.

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