Detrás de este silencio largo de la sala ante tus palabras Bill, están nuestros propios temores ante un cambio de vida que no sólo es necesario sino inevitable - dijo Muhammad, el bangladeshi -.
Pero antes de hablar de ello, te quiero llamar la atención. Hemos sido convocados para opinar, no para callar. Y debemos ser tolerantes a todas las opiniones. Tú tienes derecho a reaccionar ante un comentario como el de María, la peruana, pero creo que no es bueno pretender descalificar un comentario sin pedir que sea desarrollado al máximo para ver su coherencia o incoherencia.
Te pido William, les pido a todos, que resistamos ante la perturbación que un comentario puede originar y no reaccionemos negándonos a la posibilidad de analizarlo. Hemos sido convocados para pensar con libertad. Sólo así, podremos decidir luego qué será lo mejor.
Y podrá sorprenderte Bill, pero yo estoy con María.
Existen ya demasiadas señales que nos dicen que si nosotros nos planteamos seguir el orden actual de las cosas vamos a acabar mal. Por un lado, pronto se van a exacerbar los conflictos por la propiedad o el uso de recursos escasos. Y es probable que sean las cosas más básicas las que se vuelvan escasas: el agua, la energía, el petróleo, el alimento, y hasta la propia tierra y el propio aire podrían convertirse en bienes escasos. Señores, si seguimos actuando como estamos actuando, fomentando el crecimiento del consumo sin responsabilidad alguna, vamos agotar los recursos prontamente y, es claro a estas alturas, que la capacidad de la naturaleza de renovarse, de reconstituirse, no avanza a la velocidad que los seres humanos tenemos de depredarla.
Continuará...